martes, 22 de enero de 2008

COMA WHITE

lunes, 21 de enero de 2008


Todos kieren asegurar su futuro donde ni sikiera hay presente..

miércoles, 16 de enero de 2008



El coche aparco al lado de los contadores de aquella gasolinera, perdida en medio de la nada. Las luces del local estaban encendidas pero parecía que no había nadie atendiendo. Eso era algo extraño, aunque quizás uno podría pensar que el dependiente habría ido al baño, de no ser por el líquido de color rojo que manchaba los cristales de la puerta. En la mente del conductor pasaron muchas cosas por sus cabezas, pero todas ellas descartadas por su intuición. Podría haber sido un atraco, pero no había coche alguno ni marcas recientes de neumáticos.
El trajeado conductor bajo del coche empuñando en su mano izquierda una pistola, acercándose con total tranquilidad a la puerta. Analizando el lugar en pocos instantes, viendo todas las posibilidades de un ataque sorpresa o en caso de ser necesario huir. Atendiendo a todo lo que le rodeaba, calculando distancias y memorizando en pocos instantes el lugar. Para él eso era algo que hacía automáticamente, sin pensarlo, era otro sentido más que había desarrollado.
El sonido de una pequeña campana indicaba su acto de presencia en el local. En el suelo de este, se podía apreciar lo que había sido una carnicería. El suelo estaba empapado de sangre y algunos trozos de carne. Pero él seguía allí, frio e impasible a lo que veía. De repente escucho el ruido de varias cosas caerse de una estantería y una especie de gemido vacio. De detrás de una estantería dos cabezas se asomaban, a una de ellas le faltaba media cara mientras que la otra estaba empapada de sangre y llena de arañazos y marcas dentales.
Al instante se escucharon dos disparos seguidos, y minutos después, la oscura figura del hombre con unos ganchitos en la mano y comiéndosela como si simplemente las acabase de comprar aparecía saliendo del local. Parecía algo normal y corriente, ver a una persona salir de una gasolinera con unos fritos, luego rellenar el depósito y por ultimo alejándose del lugar por la anochecida carretera. Mientras unas figuras alzaban los brazos como si intentasen coger el coche.
No sabía les había ocurrido ni le importaba, su instinto le dijo que reaccionase y el reacciono, así era. Acababa de cumplir un trabajo y le gustaba celebrarlo escuchando música y comiendo un tentempié mientras conducía. Era una de las personas más buscadas en todo el mundo, pero gracias a su habilidad había conseguido ocultar su imagen a la interpol. La última misión no le costó tanto, ya que pudo aprovechar el caos reinante. Pero ahora tenía que irse a toda prisa, según la radio la región entera había sido puesta en cuarentena y necesitaba salir de allí cuanto antes.